jueves, 17 de octubre de 2013

El colegio de nuestros padres


El colegio de nuestros padres


Consiste en la típica foto de colegio. Rara de ver en esa época. Solo niñas y la profesora en el centro. Probablemente coincidieron varias generaciones, pues entonces había una maestra para un par de cursos o más. Que se pueda apreciar, aunque todas las caras me son familiares, aparecen Juliana Gutierrez, Azucena Merino y Laura Vilches.
La foto está tomada en los antiguos colegios, que luego fueran el gimnasio de Judo, biblioteca  y Asoc. 3ª edad. Actualente Ayuntamiento nuevo.
Se aprecia la valla original de ese recinto, que estuvo en pie hasta la construccion del nuevo edificio. La calle que se ve tras la valla blanca es Travesía de fresno.


Los libros escolares de los Años 50.


Siempre he guardado como oro en paño esta joya de nuestra historia más reciente. Es el libro escolar de mi madre. Un "Antonio Fernández" 6ª edición de 1947. Siendo fiel a la verdad, su estado de conservación deja mucho que desear, pues tuve que alejarlo en varias ocasiones de las pinturas de mi hermana pequeña. Pero por suerte llega hasta nuestros días para ser compartido con el resto de vecinos.

Es un libro escolar que engloba todo lo que los niños debían saber en el grado elemental. Consta de lecciones de religión, comportamiento, gramática, geografía, matemáticas y dibujo, etc... Su nivel, aunque elemental, puede ir desde el "mi mamá me mima" hasta el principio de arquímedes. Pasando, claro está por las alegorías falangistas y doctrina de valores de la época.

En su interior podemos encontrar: la dichosa lista de los reyes godos, la manera de dirigirse a un señor cuando estamos en la calle, etc...
Es triste pensar que nuestros padres no tuvieran las oportunidades que tenemos nosotros hoy día. La mayoría de ellos se veía obligado a dejar el colegio muy pronto; debido a la necesidad de aportar los escasos jornales a la casa familiar. Con una posguerra interminable y en pleno plan Marshall, nuestros padres se veían obligados a tener que trabajar desde muy temprana edad. Ellas limpiando casas  o cuidando ganado. Ellos en el campo o en la construcción de los pisos del ivima. Ellos ahorraban con un único sueño: casarse y formar su propia familia. Y algún día apartarse de la órbita familiar para poder volar, aunque poco, debido a la libertad cohibida por los prejuicios sociales y la dictadura.

La mayoría de nuestros padres pronto comenzaron a trabajar en las fábricas del vecino Alcalá. Parece que aquellos años hubo una especie de bonanza, que les suministró una remuneración regular y constante. Algunos creen que fue el pequeño "sueño español". Todos tuvieron trabajo, su casita o su pisito y su más preciado bien. El coche. Vehículo autopropulsado que les permitía realizar sus primeras escapadas a la playa y paellas domingueras en parajes más lejanos, de lo que alcanzaba la omnipresente y modesta bicicleta. El caso es que de esa especie de bonanza, la alegría colectiva y ese deseo vitalicio, cada día más cercano, del fin de la dictadura; generó lo que se ha conocido como el "Baby boom español". De ahí salimos nosotros. Las generaciones del 70 al 80. Los que sabemos valorar las cosas porque nos criamos sin faltarnos, pero con poco. Los últimos que fuimos educados en ciertos valores de respeto hacia las cosas ajenas  y las personas.

Dedicado a todos, pero en especial a nuestros padres y a  ¡¡NUESTRA GENERACIÓN !!

Josan Avila.

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